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El aporte digital al esfuerzo de la CChC

Hay dos formas de enfrentar crisis graves como la que estamos pasando, lamentarse y echarse a morir o enfrentarla con acciones, colaboración y buen ánimo. Del tema salud se preocupan los expertos y cuentan con nuestro apoyo y solidaridad. A nosotros los emprendedores y empresarios nos toca preocuparnos de las personas, de su bienestar económico […]


Hay dos formas de enfrentar crisis graves como la que estamos pasando, lamentarse y echarse a morir o enfrentarla con acciones, colaboración y buen ánimo. Del tema salud se preocupan los expertos y cuentan con nuestro apoyo y solidaridad. A nosotros los emprendedores y empresarios nos toca preocuparnos de las personas, de su bienestar económico a través de la generación de empleo y recursos para recuperar lo más rápido posible la calidad de vida de los chilenos.

El compromiso con la industria debe ir de la mano del aporte tecnológico, para respaldar las iniciativas recientemente presentadas por la Cámara Chilena de la Construcción, que busca generar 600.000 empleos con un plan realista, financiado y planificado. Este plan además conlleva la solución de tres grandes desafíos nacionales: i) generar la construcción de viviendas sociales, tanto para venta como para arriendo solucionando el drama de las familias que viven en campamentos o allegados; ii) desarrollar la infraestructura que Chile necesita para seguir creciendo y otorgando beneficios reales a la población, hospitales, caminos y transporte público, entre otros; iii) lograr una solución a la crisis hídrica, que llegó para quedarse, por lo que tendremos que vivir con menos agua que la que acostumbramos gastar.

Este círculo virtuoso que se intenta construir requiere también de un cambio digital en la industria, necesita eficientar procesos y de la automatización para incrementar la productividad de las empresas, como el teletrabajo, venta y cobranza en línea, pero también para mejorar los procesos públicos de la Dirección de Obras Municipales (DOM), subsidios y permisos en general, y permita optimizar los escasos recursos que tiene Chile para la reconstrucción.

El Covid-19 ha sido un agente acelerador de transformación digital en la industria, lo que hace impostergable la transformación cultural al interior del gobierno y las empresas.  Esto significa que hoy estamos realizando procesos digitales que hace sólo unos meses se hacían de manera más tradicional, tales como cotizaciones y reservas en línea, visita a propiedades a través de videos 360°, y hasta firmar documentos que requieren la autorización o protocolización de un notario, desde la comodidad y seguridad de la casa. Estás acciones digitales, que han sido una necesidad durante la cuarentena, claramente permanecerán como una herramienta de productividad. ¿Para qué visitar al cliente por una firma, si lo puede hacer en línea? ¿Porqué necesitamos una sala de venta si el público prefiere la visita virtual? ¿O a lo mejor necesitamos otro recinto, tipo sala de venta, que permita otra experiencia a nuestros clientes?

Visto desde el ángulo de un ejemplo exitoso, ¿se imaginan la cuarentena con facturas en papel? ¿enviar gente a cobrar con la cuarta copia? En su momento, la factura electrónica abrió grandes debates, pero hoy nadie duda que ha sido un tremendo ejemplo de productividad y agilidad.

La recuperación del empleo y, por lo tanto, de la economía debe realizarse en menos de tres años y ese objetivo se puede lograr con una verdadera modernización de los procesos, tanto en empresas como en el gobierno. En Chile hay innovación, talento y empresas que conocen de tecnología y seguiremos desarrollando nuevas aplicaciones para soportar el rápido crecimiento que se espera y que la industria necesita.

Ignacio Troncoso, Director Ejecutivo PlanOK

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